lunes, 18 de abril de 2016

Experiencias de Educación Emocional en Educación Primaria

¿Qué es la Educación Emocional?


Hay diversos autores que pueden dar respuesta a dicha  pregunta, sin embargo, es esencial hacer mención a Rafael Bisquerra (catedrático de Orientación Psicopedagógica en la Universidad de Barcelona) quién desde mediados de los años noventa se ha centrado en la investigación sobre la educación emocional y la define como: “una innovación educativa que responde a necesidades sociales no atendidas en las materias académicas ordinarias.” Plantea además, que el objetivo principal que debe cumplir es: “el desarrollo de competencias emocionales: conciencia emocional,regulación emocional, autogestión, inteligencia interpersonal, habilidades de vida y bienestar." Es necesario para fortalecer el desarrollo emocional que se complemente con el desarrollo cognitivo, dando lugar al desarrollo integral de la personalidad.

En 1995 con la publicación de Inteligencia emocional de Daniel Goleman se empezó a tratar el tema de una forma más generalizada, este autor la definía como “la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos, así como los ajenos, de motivarnos y de saber manejar las emociones”. Gracias a las investigaciones neurocientíficas que se han realizado durante los últimos 20 años, podemos corroborar que debido a nuestra esencia como personas, la razón y las emociones no se pueden separar, por tanto, para poder educar la razón, no podemos olvidar que debemos pasa por las emociones.

La preocupación por la educación emocional en los colegios comienza en el siglo XXI en un encuentro (que tuvo lugar en Washington) entre eminencias de las ciencias de la educación y de la filosofía budista. Aquí se plantearon cuestiones referentes al modelo educativo de entonces y la conclusión que se obtuvo entre neurólogos, educadores y pedagogos fue que la educación necesitaba, de forma urgente, un cambio que diera lugar a una nueva educación basada en el respeto, en la cooperación con lo demás y que, al mismo tiempo, se pusiera en manos de nuestros alumnos técnicas para ayudarles a reconocer sus propias emociones.

Sin embargo, ¿es fácil conseguir este cambio educacional? ¿Cómo podemos llevar a cabo esta iniciativa dentro de las aulas? ¿Es compatible con los objetivos que, por ley, tenemos que cumplir?
El documental japonés “Children Full of Life” (“Pensando en los demás”) responde de forma clara a todas nuestras preguntas. Se trata de la historia de un año escolar en la clase del profesor Toshiro Kanamori quién realiza sus lecciones dando lugar a la creatividad, a la expresión de los sentimientos, al desarrollo de la empatía y del respeto, además de impartir el temario obligatorio que por el curso en el que se encuentran sus alumnos debe impartir.




César Bona, considerado el mejor profesor de España, plantea las claves de la nueva educación y propone que “se trata de un movimiento hacia lo positivo”, afirma que es necesario estimular la creatividad y la curiosidad, aprender a gestionar las emociones e involucrar a los padres en la educación de sus hijos. Según Bona  “es un reto convencer de que las clases se pueden hacer de otra manera, especialmente a los padres, cuando te sales del libro y trabajas por proyectos”.  Ha demostrado a través de la experiencia la importancia que tiene la actitud del docente puesto que dependerá de ella que los alumnos disfruten y si conseguimos que disfruten, aprenderán mejor y no sólo en ámbito teórico sino que desarrollarán su personalidad y sus habilidades sociales. Es esencial confiar en nuestros alumnos, provocar momentos de reflexión, inculcarles el respeto, animarles a superarse, escucharles con atención y sobre todo, no perder la ilusión, estas son las características que César Bona defiende, en el encuentro ¡Grandes Profes! 2016 organizado por la Fundación ATRESMEDIA, que debe tener un profesor puesto que son las cualidades de un líder.




Dentro del ámbito de la educación emocional también nos encontramos con el profesor Francisco Mora (catedrático de Fisiología Humana de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid) quién hace hincapié en la diferencia existente entre emoción y sentimiento. La emoción es algo que está en todo organismo y es la capacidad de reaccionar ante diferentes situaciones, por tanto, lo único que nos diferencia en el plano de las emociones a los seres humanos de los animales no es la reacción sino la toma de conciencia de dicha emoción. Este autor defiende que la emoción es lo que nos mantiene vivos.
Afirma que “las emociones encienden y mantienen la curiosidad y la atención y con ello el interés por el descubrimiento de todo lo que es nuevo, desde un alimento o un enemigo a cualquier aprendizaje en el aula. Las emociones son la base más importante sobre la que se sustentan todos los procesos de aprendizaje y memoria”.  

“LA LETRA CON MIEDO NO ENTRA”

Existen diversos estudios que demuestran que la educación emocional juega un papel muy importante en el desarrollo de todas las personas y que además, al potenciarla desde la infancia podemos conseguir un alto rendimiento académico.

Uno de los estudios realizados presenta los efectos de la educación emocional y la interacción social de los niños de ocho años internados en un orfanato de Bucarest (Rumanía). Dicho estudio contó con tres grupos de niños, dos de los cuales estaban formados por niños del orfanato y el tercero por niños de fuera de este. A uno de los grupos del orfanato se les planteó un programa de ayuda emocional intensa basado en el afecto y la empatía, al otro grupo del orfanato no se le puso ningún programa diferente y el tercer grupo,  de fuera del orfanato, continuó con el tipo de enseñanza de un colegio ordinario.
Pasado un periodo de tiempo, los tres grupos realizaron el mismo test que consistía en sentarse frente a un panel que contenía dos pequeñas ventanas iluminadas con luz neutra y botón. La actividad consistía en apretar el botón cuando el color de una de las ventanas se encendiera de un tono verde pero si al mismo tiempo se encendía en la otra ventana una luz roja, no debían apretarlo. Se trata de una tarea que precisa una atención constante.
Este estudió demostró que el primer grupo del orfanato que recibió el programa de ayuda emocional y el tercer grupo de niños que estaban escolarizados fuera del orfanato, cometieron un mayor número de aciertos que el grupo del orfanato que no contó con ningún programa. Con estos resultados, se obtienen la siguiente conclusión:

Los niños privados de afecto presentan déficit en la adquisición normal de algunas funciones ejecutivas (atención y control de la impulsividad).Sin embargo, con una intervención temprana de carácter de educación emocional, se pueden mitigar dichos efectos.


Como hemos podido observar, la educación emocional no es inalcanzable ni algo que lo podemos situar en un segundo plano en el proceso de enseñanza-aprendizaje de nuestros alumnos puesto que como hemos visto, el desarrollo temprano en el ámbito emocional nos asegura un mejor rendimiento académico.  Durante los primeros años de la infancia los niños tienen una gran plasticidad cerebral, lo que significa que todos los aprendizajes que se den en esta etapa son esencialmente importantes sobre todo para el desarrollo de la afectividad y de los procesos cognitivos.
Debido a los diferentes estudios realizados debemos destacar la idea de que las emociones se convierten en facilitadores de la atención y del uso del pensamiento racional lógico y creativo, además de la mejora de la capacidad de mantener la atención. Es por esto por lo que, como docentes o futuros docentes, nos debemos plantear que la educación emocional no es algo que se deba dar como una asignatura especifica alejada del resto de asignaturas, sino que se debe impartir dentro de cada lección, debemos ser capaces de conseguir estimular todas las competencias emocionales dentro de nuestras aulas, de implicarnos con cada uno de nuestros alumnos para que se desarrollen de forma integral sin ninguna coacción.
Somos parte de una sociedad en la que se ha demostrado que la educación tradicional no funciona y que es necesario un cambio educacional que no deje de lado la parte emocional, no podemos olvidar que estamos formando a niños y que igual que no nacen sabiendo matemáticas, historia, lengua… tampoco nacen sabiendo manejar y diferenciar sus emociones y por consiguiente, tampoco son conscientes de cómo manejarse con las emociones ajenas.


Si a una persona adulta le cuesta enfrentarse a los problemas de la vida si su estado anímico no es bueno, no podemos pretender que un niño triste sea capaz de aprender con la misma eficacia que un niño alegre.


BIBLIOGRAFÍA

https://desdemimapa.wordpress.com/2016/02/12/la-educacion-emocional-mejora-el-aprendizaje-y-la-memoria/

http://familiasenruta.com/fnr-crianza/crianza-viajera/una-experiencia-a-de-educacion-emocional-en-japon/

http://www.cambio16.com/reportajes/el-mejor-maestro-de-espana/

http://fundacion.atresmedia.com/actividades/educacion/grandes-profes/encuentro-2016/nosotros-somos-maestros-vida_2016011400359.html

http://www.rafaelbisquerra.com/es/competencias-emocionales.html

http://www.rafaelbisquerra.com/es/educacion-emocional.html

1 comentario:

  1. Que verdad es la última frase de la imagen con la que terminas tus notas en el blog.
    Sin emociones nuestro corazón no late.
    Si perdemos la ilusión , la emoción, las ganas de experimentar y creer en cosas lo perdemos todo.
    No somos estatuas ni robot que repiten un discurso, somos personas que nos emocionamos, lloramos, reímos y eso nos hace crecer día a día como personas.
    Algo que es muy necesario dentro de las aulas para que los niños aprendan y puedan desarrollarse plenamente.

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